La Fiesta de la Presentación de María en el templo se celebra el 21 de noviembre y es muy antigua ya que su celebración se remonta al siglo XIV.
De ese hecho surgen las devociones a la Virgen Niña.
Su carisma es el de revivir en la Iglesia el anonadamiento de Cristo a través de la imitación de María en el misterio de su infancia.
ORACIÓN:
¡Oh! Santísima Virgen Niña, que viniendo al mundo consolaste la tierra que en Ti saludó la aurora de la Redención por los prodigios de gracia que derramaste entre nosotros, escucha piadosa mis súplicas.
En las penas que afligen y especialmente en la necesidad que en este momento me oprime, toda mi esperanza está en Ti, ¡oh dulce Virgencita! Muéstrame pues que el tesoro de gracias que dispensas es inagotable, porque ilimitado es tu poder sobre el Corazón paternal de Dios.
Escucha ¡oh Virgen Niña! mi ardiente súplica y alabaré eternamente la bondad de tu Corazón.
Dios Te Salve María...
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