domingo, 25 de febrero de 2024

Primera Semana: Vamos al desierto

El desierto tiene mucho simbolismo en la cuaresma. Es espacio de búsqueda y silencio, de lucha y tentación. Es lugar de soledades e incertidumbres. Pero es también espacio de llamada, de respuesta y de encuentro. En el desierto también nos espera el Señor. Y nos invita a ir al desierto y, como Él confrontar nuestras vidas, desde la oración y la palabra de Dios en el Evangelio: cómo estamos, qué calidad humana y cristiana tiene nuestra vida. No debemos tener miedo a las tentaciones y pruebas del maligno, sino afianzarnos en el seguimiento de Jesús , desde la fe en Él, desde la confianza absoluta en Dios que nos ama de verdad, que en Jesús nos ofrece y regala salvación, y nos configura como sus hijos queridos, como hijos de la resurrección.


 

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